El secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, ha pedido este lunes a la comunidad internacional que redoble la presión sobre el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua para democratizar de nuevo el país. «La comunidad internacional debe fortalecer sus mecanismos de presión, los que sean bilaterales o multilaterales, los que tengan que ver con organizaciones financieras, y con el multilateralismo político. Debemos seguir trabajando para que Nicaragua retome el camino de la democracia», dijo Almagro en una sesión del Consejo Permanente de la OEA en la que se trató la solicitud de salida de Nicaragua de ese organismo internacional.
Frente a las acusaciones de la dictadura nicaragüense de que la OEA es un instrumento de presión, Almagro defendió el «papel fuerte y contundente» de ese organismo en la consecución de «elecciones libres y transparentes» en el continente. «Ante la grave situación del país, dijimos que era necesaria una elección sin exclusiones, sin inhabilitaciones, un proceso electoral justo, claro y transparente, era fundamental ese proceso, pero este no se realizó y se cerró la democracia en Nicaragua con todo el proceso del 2021, que no tenía garantías mínimas», añadió.
Por su parte, el delegado nicaragüense, Michael Campbell, insistió en sus críticas a la OEA y a EE.UU. «El pueblo y Gobierno digno de Nicaragua renuncian a ser parte más de esta organización cautiva en Washington instrumentalizada a favor de intereses norteamericanos, convertida en constructora de injerencias y desacuerdos, en perjuicio de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe», dijo el delegado de Nicaragua.
La salida de Nicaragua de la OEA se inició a mediados de este mismo mes cuando el ministro de Exteriores de ese país centroamericano, Denis Moncada, le envió al secretario general una comunicación en la que le acusaba de intromisión. «Me dirijo para notificarle oficialmente nuestra indeclinable decisión de denunciar la carta de la OEA, conforme al artículo 143 que da inicio al retiro definitivo y renuncia de Nicaragua a esta organización», dice la carta dirigida a Almagro. «No nos reconocemos como colonia de ninguna potencia», añadió Moncada, criticando las «acciones violatorias» de EE.UU. y la OEA.
En el poder por las urnas desde 2007, Ortega se proclamó ganador de un cuarto mandato consecutivo con un aparente 76% de los votos, según anunció su régimen. De las naciones americanas, solo Cuba no es integrante de la OEA. Fue expulsada en 1962 porque, dijo el organismo entonces, «la adhesión de cualquier miembro de la OEA al marxismo-leninismo es incompatible con el Sistema Interamericano».
El 12 de noviembre, la Asamblea General de la OEA aprobó una resolución sobre Nicaragua y declaró ilegítimas las elecciones de ese país del pasado 7 de noviembre, en las que el dictador Daniel Ortega se volvió a proclamar ganador. Además, solicitó una evaluación por parte del Consejo Permanente de la crisis que atraviesa el país. De los 34 votos hubo 25 a favor, siete abstenciones, uno en contra (Nicaragua) y una ausencia. La resolución, que decía que las elecciones «no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática» fue promovida por Canadá, Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana y Uruguay.