El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico, Boris Johnson, han mantenido este martes una reunión en la que han conservado sobre comercio y han aplaudido la alianza con el país en materia de defensa, en referencia polémico acuerdo a tres bandas -con Australia- bajo las siglas Aukus, con el que buscan compartir tecnología y garantizar su seguridad cibernética, además de desarrollar una serie de sistemas submarinos y de largo alcance.
«El vínculo entre nuestras dos naciones es férreo y estamos comprometidos a trabajar juntos en todo», ha aseverado Biden, a través de su perfil de Twitter, tras su reunión con Johnson, en la que, según la Casa Blanca, los líderes han discutido, entre otras cuestiones, sobre los desarrollos en el Indo-Pacífico y el «papel fundamental» de los aliados y socios europeos, incluida la OTAN y la UE, en la región.
Precisamente, para abordar los desafíos de la región se ha alcanzado el denominado pacto Aukus, el cual ha provocado una crisis entre los países con Francia, ya que supuso que Canberra rompiera un contrato valorado en 66.000 millones de dólares (56.000 millones de euros) con Grupo Naval la naviera gala.
Al respecto del pacto, Johnson ha incidido, antes de su reunión con Biden, en la importancia del «progreso» que Reino Unido y Estados Unidos están logrando en la «asociación de tecnología de defensa» junto a los «amigos australianos». «Creo que tiene un gran potencial para beneficiarios a todo el mundo», ha defendido.
«Creo que estamos impulsando nuestra agenda compartida. Queremos reconstruir el mundo con usted (Biden). Y creo que queremos renovar y fortalecer nuestro vínculo transatlántico. Y me parece que va muy, muy bien», ha apostillado también Johnson ante el inquilino de la Casa Blanca.
El encuentro ha resaltado el «fuerte vínculo» entre Washington y Londres y ha servido para acordar seguir trabajando para cumplir la visión planteada en la Carta del Atlántico.
Asimismo, ha supuesto que los líderes aborden «la construcción de consenso para la acción para abordar la crisis climática, la promoción de la seguridad sanitaria mundial, el apoyo a la democracia y los Derechos Humanos y el desarrollo de un futuro económico más inclusivo para todos los países».
En concreto, han discutido sobre los recientes acontecimientos en Afganistán y los pasos en la región, así como también ha tratado cuestiones comerciales y han conversado sobre Irlanda del Norte.
Comercio, un aspecto a trabajar
Biden ha apuntado que el encuentro serviría para hablar sobre comercio, un aspecto en el que ha asegurado «hay que trabajar», mientras la prioridad de Reino Unido es llegar a un acuerdo de comercio libre con Washington posterior al Brexit.
No obstante, Johnson no espera un acuerdo antes de las próximas elecciones generales del Reino Unido, previsto para 2024. Por otro lado, horas antes de la reunión se produjo un cambio de estrategia importante. Una persona familiarizada con el asunto dijo que Londres está explorando la posibilidad de unirse a un acuerdo de libre comercio existente entre Estados Unidos, México y Canadá, un reconocimiento de que la administración de Biden no comenzará las conversaciones sobre un acuerdo a medida en el corto plazo.
Ante este tema, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se cuidó de asumir compromisos sobre un acuerdo de libre comercio con el Reino Unido y solo indicó que las «conversaciones continuarán».
«Vamos a tener que trabajar en eso», dijo junto al primer ministro británico, Boris Johnson, en la Casa Blanca, en respuesta a una pregunta sobre el acuerdo comercial que los británicos ansían concluir.
También advirtió que no querría «en absoluto» «cambiar la frontera irlandesa» tras el Brexit y aseguró que la cuestión irlandesa y el acuerdo comercial, son «dos temas diferentes».
Igualmente, en el marco del encuentro el primer ministro británico ha destacado que ambos países han resuelto ya el asunto del Boeing / Airbus, que era un «gran problema» y han «progresado» en otros aspectos comerciales.
Por otro lado, en el marco del encuentro, Biden ha manifestado su preocupación por la situación en Irlanda del Norte y la frontera, y ha manifestado que se siente «muy convencido» de los protocolos.
A continuación, Johnson ha incidido en que en ese punto ambos están «completamente de acuerdo». «Nadie quiere ver nada que interrumpa o desequilibre el Acuerdo de Viernes Santo».
Previamente, el primer ministro británico se reunión con la vicepresidenta, Kamala Harris, con la que abordó temas similares y expresó el deseo de continuar fortaleciendo la relación, además de discutir sobre la necesidad de esfuerzos internacionales «más coordinados» para abordar las causas fundamentales de la inmigración.
«Estamos interconectados de muchas maneras, de muchas más que nunca, ya sea en lo que respeta a nuestras prioridades compartidas sobre cómo abordaremos la salud mundial (…) o en torno al tema del clima», ha subrayado Harris, quien ha manifestado también que hay un «gran progreso» entre los países en materia comercial.