Un tribunal de Bielorrusia ha condenado este lunes a once años de prisión a una de las figuras de la oposición, María Kolésnikova, quien colideró las masivas protestas contra el presidente Alexander Lukashenko el año pasado.
Tanto ella como su abogado, Maxim Znak, también condenado a 10 años de cárcel, han sido acusados de conspirar para tomar el poder, de llamar a acciones que atentan contra la seguridad nacional y de crear una formación extremista.
Las sentencias fueron anunciadas por el servicio de prensa de Viktor Babariko, otro opositor detenido para quien había trabajado Kolesnikova.
En cabeza del movimiento de protesta
A sus 39 años, ella era una de las tres mujeres en cabeza del movimiento de protesta desencadenado hace un año contra Lukashenko junto a Svetlana Tijanóvskaya, la candidata que le disputó la presidencia, y Veronika Tsepkalo. De las tres, ella era la única que seguía en el país. Kolesnikova y Znak estaban detenidos desde hace once meses.
A principios de agosto comenzó a puerta cerrada su juicio, del que se filtró muy poca información puesto que los abogados de la defensa tenían prohibido hablar del caso.
Según imágenes difundidas antes del veredicto por algunas cuentas en la aplicación Telegram, Kolésnikova, con el pelo corto y los labios pintados de rojo, apareció sonriente en la sala, cerrada en una jaula de cristal junto a Znak.
Aunque esposada, hizo con sus manos un corazón, uno de los símbolos del movimiento nacido en agosto de 2020 contra la reelección supuestamente fraudulenta de Lukashenko, en el poder desde 1994.
Movilización histórica
El régimen aplastó esta movilización histórica con millas de detenciones, exilios forzados y el cierre de organizaciones políticas, medios y oenegés contrarias.
En Twitter, la excandidata presidencial Tijanovskaia pidió «la liberación inmediata de María y Maxim». «Se trata de aterrorizar a los bielorrusos opuestos al régimen», denunció.
Kolésnikova fue detenida en septiembre tras haber resistido a intento de las autoridades de expulsarla de su propio país. Según sus familiares, los servicios especiales bielorrusos (KGB) la secuestraron y, con un saco en la cab
eza, la trataron de llevar a la frontera con Ucrania. Contraria a dejar su país por la fuerza, ella saltó por una ventana y rompió su pasaporte, lo que provocó su encarcelamiento.
Kolésnikova y Znak ha trabajado para Viktor Babaryko, rival del presidente bielorruso recientemente condenado a 14 años de prisión por fraude, aunque él denuncia que se trata de una persecución política.
También formaban parte del consejo de coordinación creado por la oposición tras las elecciones de agosto de 2020 para organizar una transición del poder pacífica.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania «condenó el injustificado veredicto» y criticó la «instrumentalización del sistema judicial para la represión política», indicó una portavoz.
Apoyo ruso
Los países occidentales han adoptado sanciones contra el régimen bielorruso, que cuenta por otro lado con el apoyo infalible de Moscú. El presidente Lukashenko será recibido nuevamente esta semana por el presidente ruso Vladimir Putin para seguir con el trabajo iniciado desde hace meses para reforzar la integración económica y política de ambos países.