Año 2008. Occidente se prepara para una crisis económica que dejará al sur de Europa al borde del colapso. Mientras, la República Popular China celebra en la cima del mundo el éxito propagandístico de los Juegos Olímpicos de Pekín. Aquel año aterrizó en la metrópolis china Isidre Ambrós (Barcelona, 1956) con la idea de cómo China podía ir abriéndose al mundo, y a la democracia liberal, gracias a su entrada en el circuito del comercio mundial. Nada más lejos de la realidad. «Al llegar, una vez pregunté que si no era mejor poder elegir entre tres o cuatro líderes capaces para el país. Y me dijeron: “No, no, queremos un jefe fuerte, que mande y que haga trabajar”», recuerda el… Ver Más
«China es como el franquismo: no se metan en política y les garantizo desarrollo»
Previous ArticleUK’s Marshmallow raises $85M on a $1.25B valuation for its more inclusive, big-data take on car insurance
Next Article Choripán y circo