Gabriela Martinez, WITF
Esmirna Jiménez emigró de la República Dominicana a Estados Unidos en el 2016. Llegó a Pensilvania con un bachillerato en administración de negocios, con un grado asociado en contabilidad, y con años de experiencia como gerente de logística y compras para un supermercado.
Sin embargo, en los Estados Unidos tuvo que comenzar otra vez.
Jiménez dijo que vino al país “a pasar trabajo como todo el mundo”. Consiguió trabajo en un almacén y optó por alquilar una habitación para ahorrar dinero.
Debido a que el inglés no era su fortaleza, decidió reinventar su carrera. No tenía idea de que iba a terminar llenando un vacío que ella ni tan siquiera sabía que existía en ese entonces.
Completó un MBA en línea, obtuvo una certificación como preparadora de declaraciones de impuestos y se propuso comenzar su propio negocio.
El propietario de una bodega de Derry Street en Harrisburg le permitió un espacio para montar una mesa para repartir sus tarjetas, y hasta le prestó una mesita.
“Para hacerte el cuento corto, tuve que ponerme a hacer taxes ahí mismo a los cinco minutos de yo entrar a ese supermercado”, dijo Jiménez. “La gente tenía necesidad”.
El trabajo de Jimenez ilustra lo que podría ser servicios de preparación de planillas culturalmente competentes para un sector que suele ser ignorado durante la temporada de impuestos.
En Pensilvania residen más de 160,000 inmigrantes indocumentados, y aproximadamente el 86 por ciento están en edad laboral, según datos del American Immigration Council. Ese análisis también encontró que la temporada de impuestos del 2019, un sector de la población indocumentada en Pensilvania pagó $208 millones en impuestos estatales y locales, y más de $342 millones en impuestos federales.
Más recientemente, en el 2021, la población de indocumentados aportó al erario un total de $30.8 mil millones en impuestos, incluyendo $18.6 mil millones en impuestos federales y $12.2 mil millones en impuestos estatales y locales, según datos nacionales de American Community Survey.
Sin embargo, los inmigrantes aún enfrentan muchas barreras que los disuaden de reportar sus ingresos, como la falta de servicios de traducción, limitaciones financieras, acceso deficiente al transporte y desinformación sobre el proceso de presentación de impuestos.
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Gabriela Martínez / WITF
Jiménez es una de las pocas preparadoras de declaraciones de impuestos cuyo idioma vernáculo es el español y a su vez es Agente Tramitador Certificante del IRS. Esto significa que ella provee ayuda a aquellas personas que no califican para un número de Seguro Social. Por lo general, los inmigrantes indocumentados radican sus impuestos mediante un número temporero conocido como Número de Identificación Personal del Contribuyente o ITIN, por sus siglas en inglés.
Al llegar la temporada de impuestos, Jiménez sabe que estará trabajando largas jornadas durante casi tres meses para ayudar a las personas a cumplir con la fecha límite de radicación del 18 de abril.
Los domingos, Jimenez conduce desde su casa en Carlisle hasta Harrisburg para ofrecer servicios sin cita previa en la barbería de la casa de Pedro Ferreras en Allison Hill. De 10 am de a 5 pm, en un escritorio plegable de plástico con su computadora portátil, Jiménez ayuda a sus clientes a llenar los formularios W-2 y las solicitudes de impuestos del IRS de sus clientes mientras que en el trasfondo se escucha el zumbido de la máquina de afeitar y del sonido de los altavoces de Ferreras tocando éxitos del ayer.
Cuando comenzó, la noticia sobre sus servicios se difundió de boca en boca rápidamente, y muchos negocios comenzaron a invitarla para que ofreciera sus servicios. Se convirtió en preparadora de impuestos ambulante durante un tiempo.
“Yo andaba como una loquita, con mi maletín, mi cartera, mi todo”, dijo Jiménez. “Armando y desarmando”
Jimenez decidió quedarse en la barbería de Ferreras por su localización en Derry Street, una de las zonas comerciales más concurridas de Allison Hill. Esto le permite atender a personas que no tienen vehículo.
Eventualmente, sus clientes comenzaron a solicitarle reuniones en privado para discutir asuntos financieros. Fue en ese entonces que se percató que le hacía su propia oficina.
Gabriela Martinez / WITF
La oficina de Jiménez en Carlisle es pequeña. La mayor parte del tiempo trabaja sola. A veces, su hija Natasha de 3 años, la acompaña mientras se entretiene mirando videos de Youtube en la sala de espera.
Aunque la preparación de impuestos sigue siendo su trabajo principal, Jiménez también provee ayuda para llenar formularios de naturalización, ofrece servicios notariales, oficia matrimonios, y brinda asesoramiento financiero para ayudar con la reparación de crédito.
Cuando la gente entra a su oficina, lo primero que ven es una pared cubierta con banderas latinoamericanas. Cada vez que Jiménez trabaja con alguien de un nuevo país, agrega una nueva bandera a la colección. Es la parte favorita de la oficina de sus clientes.
“Eso los hace sentir en casa a ellos. Da una sensación cuando ellos vienen que yo no puedo explicar”, dijo Jiménez. “Cuando tu llegas a un lugar dentro de un país en donde tu eres inmigrante y ves tu bandera, la sensación que da eso es muy buena, es muy reconfortante.
Su empresa, Monetaric Multi Services Business, atiende alrededor de 500 personas en el centro de Pensilvania, la mayoría de las cuales son hispanohablantes.
Jandry Gil ha sido cliente de Monetaric Multi Services desde hace varios años. Antes de descubrir a Monetaric, Gil solía escuchar historias sobre personas que afirmaban ser preparadores de impuestos certificados y lo que hacían realmente era robarle la información personal a sus clientes. Jandry Gil siente segura y en confianza con Jiménez.
“Y te digo lo mejor, ella podría estudiar psicóloga, porque le toca escuchar todas las historias de todos sus clientes, y tiene una paciencia y un amor para escucharnos y hablar con nosotros”, dijo Gil.
El trabajo de Jiménez es una solución a muchos de los obstáculos que enfrentan las personas indocumentadas al momento de radicar sus impuestos. Pero ella sola no puede cubrir tanta demanda.
Daniel Cortés, un abogado de inmigración que trabaja con el Greater Reading Immigration Project, reconoce la necesidad de mayor cantidad de servicios fiscales seguros y asequibles que se adapten a las necesidades de los inmigrantes.
Es posible que los inmigrantes no reciban el formulario W-2, o que el patrono le provea el formulario W-2 erróneo. Es posible que no tengan pasaporte y que vivan lejos de un consulado, un problema particular para los venezolanos y cubanos, que no tienen embajadas en los Estados Unidos. Además, los inmigrantes con hijos que son ciudadanos estadounidenses a menudo desconocen que califican para créditos contributivos para sus hijos.
Los inmigrantes indocumentados también pueden tener temor de solicitar un número ITIN o de radicar una declaración de impuestos porque creen que podría aumentar su probabilidad de ser deportados.
Sin embargo, el IRS dice que los números ITIN “no sirven para ningún otro propósito que no sea la declaración de impuestos federales”. Incluso si un indocumentado está usando un número de Seguro Social falsificado o robado para trabajar, el IRS seguirá aceptando un número ITIN en el formulario de impuestos, dijo Cortés.
También hay casos en los que los inmigrantes están expuestos al fraude y la manipulación.
“Hemos tenido situaciones en las que los preparadores de impuestos cobran grandes cantidades de dinero” para preparar los impuestos, dijo, y “a veces hay situaciones en las que las personas roban las declaraciones de impuestos o los reembolsos de las personas”.
Muchas organizaciones de inmigración advierten a las personas sobre individuos que fingen ser “notarios”. Se trata de personas que afirman ser notarios certificados que a menudo intentan servir como preparadores de impuestos. Por lo general, atraen a las personas con la promesa de conseguirles un gran reembolso.
Debido a que estos preparadores fraudulentos de impuestos a menudo falsifican información o completan la solicitud incorrectamente, el contribuyente podría estar sujeto a una auditoría del IRS, lo que podría generar una multa, una demanda o problemas de inmigración.
Parte de la solución sería tener una disponibilidad mayor de agentes de aceptación certificados que puedan ayudar a las personas a solicitar números ITIN, dijo Cortés. El programa CAA del IRS ha declarado una moratoria desde agosto de 2022, pero comenzará a aceptar solicitudes nuevamente este verano.
El hecho de que los solicitantes tienen que presentar su única forma de identificación al IRS por correo, dice Jiménez, pone nerviosa a la gente, porque los documentos pueden perderse. Los agentes de aceptación certificados pueden certificar la identificación y enviar una copia al IRS. Los inmigrantes también pueden obtener números ITIN en un Centro de Asistencia al Contribuyente (TAC) del IRS.
En Pensilvania, hay 15 centros TAC. Un portavoz del IRS dijo que los centros generalmente cuentan con dos empleados, y que los servicios de interpretación “en más de 350 idiomas” están disponibles por teléfono durante las citas presenciales con un empleado del IRS.
Reading, que tiene una población aproximadamente 60% latina, solo cuenta con un centro TAC. En el sitio web del IRS, este centro aparece como “temporalmente no disponible”. El portavoz del IRS, Luis García, dijo que eso es incorrecto y que la oficina está abierta. Pero no dijo cuántas citas están disponibles por semana en dicho centro o si cuentan con personal hispanohablante.
El programa de Asistencia Voluntaria a los Contribuyentes sobre el Ingreso del IRS (VITA, por sus siglas en inglés) ofrece ayuda gratuita de preparación de impuestos a familias de bajos ingresos que califiquen, así como a contribuyentes con habilidades limitadas en inglés.
En Pensilvania, el Programa VITA está en colaboración con United Way, que coordina servicios en diferentes condados. United Way de York colabora con CASA, una organización de apoyo a inmigrantes que ayuda a preparar declaración de impuestos a personas de bajos ingresos y a inmigrantes con barreras de lenguaje.
El Programa de Ayuda Voluntaria a los Contribuyentes del Impuesto sobre el Ingreso VITA de CASA y United Way requiere que los clientes traigan un número de Seguro Social o ITIN. Los voluntarios de CASA también ayudan a los clientes a solicitar números ITIN, pero, dado que no tienen Agentes Tramitadores Certificados para certificar un pasaporte, los voluntarios tienen que enviar el pasaporte por correo. Eso puede tomar hasta dos meses.
Los voluntarios de CASA generalmente refieren a las personas que no quieren enviar su pasaporte por correo, o que están cerca de la fecha límite de presentación, a Manos Unidas, una organización sin fines de lucro en el condado de Adams que ofrece servicios de impuestos a inmigrantes y tiene un CAA en el mismo centro.
Nilsabel Cáceres, coordinadora de integración de inmigración de CASA Pensilvania, dice que sus clientes a menudo optan por enviar sus pasaportes por correo y hacer todo en un solo lugar, en lugar de tener que tomar tiempo de su trabajo teniendo que conducir 45 minutos hasta Gettysburg para obtener un número ITIN.
“Muchas de estas personas pues trabajan, y si no trabajan no cobran el día,”, dijo Cáceres.
Sara Salazar, gerente del programa de inmigración de integración de CASA Pennsylvania, dice que no hay muchos especialistas en impuestos de CAA que hablen español en York. Cuando los remite a servicios privados, trata de informarles sobre las limitaciones financieras de sus clientes de VITA.
“Siempre para cualquier referencia que damos, nos tomamos el tiempo para averiguar quien es la persona, que está haciendo, cuánto está cobrando si es que le toca cobrar” dijo Salazar.
“Definitivamente me imagino que deben haber agentes certificados en el área de York county privados ¿pero que nosotros podramos referirlos con la confianza de van a hacer un trabajo honesto y se va a hacer los que la persona está buscando? – No”, dijo Salazar.
United Way York está tratando de recaudar fondos para expandir su programa VITA y espera abrir más centros en el condado.
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Jackie Vimo, analista sénior de políticas de justicia económica del Centro Nacional de Leyes de Inmigración, ha estado tratando de crear conciencia sobre los obstáculos que enfrentan los contribuyentes con el número ITIN durante la temporada de impuestos.
“Mi teléfono no deja de sonar con llamadas de organizaciones comunitarias que conocen sus comunidades y dicen que necesitamos ayuda. No hay suficientes recursos para los inmigrantes”, dijo Vimo.
Vimo y más de otras 20 organizaciones de servicios para inmigrantes enviaron una carta a la secretaría del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, y al comisionado interino del IRS, Douglas O’Donnell, convocando a una reunión para discutir las barreras que enfrentan los solicitantes de números ITIN y los contribuyentes.
Los grupos le están pidiendo al IRS que cree un “Grupo de trabajo de ITIN” que incluya miembros de comunidades de inmigrantes, preparadores de impuestos que trabajan con ellos y analistas de políticas
También le están pidiendo al IRS que comience a aceptar solicitudes de números ITIN electrónicamente y de forma continua, sin requerir también una declaración de impuestos completa.
Vimo dice que el IRS podría estar haciendo más actividades de divulgación en las comunidades de inmigrantes. Una propuesta es la creación de servicios móviles (“taxmobiles”) que brinden servicios en comunidades de inmigrantes.
“Se trata de hacer que la gente pague impuestos, ¿no? El IRS tiene interés”, dijo Vimo. El IRS tiene interés”, dijo Vimo. “Los inmigrantes tienen un efecto neto positivo en la economía, porque contribuyen a los programas de Medicare y de seguro social, y los están ayudando a mantener a flote, pero ellos mismo no pueden beneficiarse de esos programas”.
Jiménez dice que uno de sus principales objetivos es educar a su comunidad sobre los beneficios de unirse a la economía formal y de de realizar tareas tales como la radicación de declaración de impuestos, de la manera correcta.
Rutinariamente, ella les explica a sus clientes que es beneficioso tener una buena reputación ante el gobierno y que más adelante, eso lles ayudará cuando soliciten una tarjeta de residencia o la ciudadanía. Ella les dice que tener un número ITIN también les permite a las personas iniciar su propio negocio, incluso si son indocumentados. A veces, un cliente viene buscando un servicio básico, pero ella además termina ofreciéndole un curso rápido sobre cómo generar crédito.
“Al final quiero que cuando la gente hable de las personas hispanas, que hablen de personas con educación financiera, que se comporta y aporta a este país”, Jiménez, quien también señaló que los clientes que ha perdido son los que acudían a ella buscando formas de eludir el sistema.
“Como Dios bendice lo bien hecho, pues seguimos haciéndolo bien hecho”.
Este reportaje es parte de “Más que palabras”, una iniciativa de Report for America que reunió a las salas de redacción que cubren las comunidades latinas en ocho estados para examinar el impacto de las barreras del idioma en el avance social, económico y educativo de los latinos y los esfuerzos locales para cerrar esta brecha.