El primer ministro de Portugal, António Costa, se negó a comentar en Trujillo (Cáceres) hasta en dos ocasiones la situación política de su país y si dimitirá tras el rechazo a sus presupuestos por parte de sus socios del Partido Comunista Portugués y el Bloco de Esquerda. «No tengo la costumbre de hablar de política interior en el extranjero y tengo que mantener ese principio», dijo Costa a quien Pedro Sánchez alabó por su forma de proceder estos años en Portugal y la UE.
Los asuntos internos se tratarán «de forma serena y tranquila en Portugal», subrayó Costa. «Esta cumbre ha sido lo suficientemente rica con el Tratado de Amistad y Cooperación para la nueva realidad de socios, estatuto del trabajador transfronterizo, acuerdos para los fondos europeos…», esquivó Costa.
«Todo el país está esperando una palabra suya», repreguntó otro periodista portugués que insistió para saber si iba a haber elecciones en enero. «Hay reglas que se tienen que cumplir. La política nacional se trata en nuestro país. La única persona que puede responder es el presidente de la República de Portugal».
Marcelo Rebelo de Sousa, en calidad de jefe de Estado de Portugal, es quien debe convocar elecciones a diferencia de España donde esa potestad recae en el presidente del Gobierno.