«Es Navidad y todo el país parece inmerso en los preparativos para celebrar ese día», en el que «nació el niño Jesús», aseguraba el diputado conservador David Amess en diciembre de 1996. Empezaba de esta forma su alegato para defender ante la Cámara de los Comunes una enmienda a la ley del aborto británica que permitiera la interrupción del embarazo únicamente cuando hubiera un riesgo claro para la madre de sufrir lesiones graves, más allá de los propios de toda gestación.
La oposición a la práctica del aborto, así como su defensa de los animales, eran dos de los rasgos por los que más se conocía a Amess, un veterano del Parlamento de Londres que el pasado marzo había cumplido 69… Ver Más