El canciller austriaco, Sebastian Kurz, ha anunciado este sábado su dimisión como jefe del Gobierno en medio de la crisis provocada por las acusaciones de corrupción, aunque mantendrá sus aspiraciones políticas. Los Verdes, socios de coalición de Kurz, habían exigido su dimisión para seguir en el Gobierno.
«Nuestro socio de coalición ha decidido adoptar una postura clara en mi contra», ha afirmado Kurz en rueda de prensa televisada. Por ello considera que están en una situación de «callejón sin salida» pese a que «la pandemia no ha terminado aún, la crisis económica apenas acaba de empezar y sería irresponsable una deriva hacia el caos durante meses».
Por eso ha anunciado su dimisión «anteponiendo los intereses del país a los míos« y haciendo un llamamiento a la «estabilidad y responsabilidad».
Su puesto lo ocupará el ministro de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg, ha anunciado Kurz en su breve comparecencia, en la que no se han admitido preguntas.
Tras la rueda de prensa, la ministra de Agricultura, Elisabeth Koestinger, considerada muy cercana a Kurz, ha subrayado que éste está dando «un paso a un lado» y que se mantendrá al margen de la política «hasta que las acusaciones se aclaren».
Kurz y otras nueve personas están acusadas de desviar fondos públicos a la empresa de prensa para impulsar sus aspiraciones políticas. En la última semana la Fiscalía ha registrado varias sedes oficiales.
Como consecuencia del escándalo, Los Verdes, socio minoritario del Gobierno de Kurz, han pedido su dimisión y estaba prevista una moción de censura para el próximo martes que ahora depende de la decisión de Los Verdes, que podrían optar por dar continuidad al Gobierno con el Partido Popular Austriaco (OVP) de Kurz ya sin él al frente.
Mientras, el Partido Socialdemócrata de Austria (SPO) prepara una coalición a cuatro bandas que incluiría al polémico partido ultraderechista Partido de la Libertad de Austria (FPO).
La líder socialdemócrata, Pamela Rendi-Wagner, defendía antes de conocer la dimisión de Kurz la posibilidad de renunciar a su compromiso de no colaborar con el FPO porque «situaciones extraordinarias requieren medidas extraordinarias», según declaraciones a la cadena pública ORF. Además del FPO, la coalición incluiría a Los Verdes y al partido liberal NEOS.