En apenas diez meses en la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden ha articulado una compleja política para contener el expansionismo chino en materia geoestratégica, comercial y tecnológica. En ese sentido, el actual presidente ha redoblado los esfuerzos por contener al régimen comunista que inició su predecesor en el cargo, Donald Trump, y ha ido más lejos al plantear la posibilidad de boicots olímpicos y defender la marginación de China en foros internacionales. A la gran cumbre de democracias que Biden ha convocado para la semana próxima no ha sido invitado el presidente Xi Jinping, cuyos portavoces han criticado lo que consideran un regreso a un unilateralismo «equivocado» de Washington.
El régimen chino quiso ayer adelantarse a los boicots diplomáticos que… Ver Más