Ningún sondeo fue capaz de preverlo y saltó la sorpresa en las recientes elecciones municipales de Portugal. La batalla más importante del país vecino a ese nivel siempre está en Lisboa y, en esta ocasión, ahí se produjo el vuelco: el socialista Fernando Medina, que optaba a la reelección, ya cantaba victoria, pero vio cómo el último tramo del recuento daba un giro y los conservadores del PSD -aunque, paradójicamente, sus siglas significan Partido Social Demócrata- se alzaron con el triunfo gracias a la figura de Carlos Moedas.
Con un estilo fino y contemporáneo, larvado en sus tiempos de eurodiputado en Bruselas, estamos ante el revulsivo que necesitaba el principal partido de la oposición al otro lado de la frontera, el… Ver Más