Once años pasaron ya del fallecimiento del creador de uno de los movimientos políticos de mayor peso en la actualidad en Argentina. Un 27 de octubre de 2010 se encontró sin vida el cuerpo del expresidente Néstor Kirchner, quien gobernó el país sudamericano entre 2003 y 2007 -en ese entonces, el actual mandatario, Alberto Fernández, era el jefe de gabinete-. Pocos se imaginaban que aquel funcionario, que llegaba al poder con apenas un 22% de los votos, se transformaría en el fundador de un signo político que continuaría vigente casi dos décadas más tarde. Tras su fallecimiento por un ataque cardiovascular ha sido su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, la gran heredera de ese rol de líder de lo que se dio en llamar kirchnerismo.
Este miércoles, a las 17 horas, unas 40.000 personas -entre dirigentes, militantes y funcionarios del kirchnerismo- se dieron cita en el Club Deportivo de la localidad bonaerense de Morón. Se escogió este lugar para el evento ya que el estadio Nuevo Francisco Urbano de este club había sido inaugurado por Cristina Kirchner en 2013. Si bien ella decidió ausentarse del acto, una de las figuras más importantes de la jornada ha sido la del hijo de ambos, Máximo Kirchner. Su madre, la vicepresidenta Fernández, prefirió no asistir.
Un maestro
Sin embargo, el único orador del evento, que comenzó una hora y media más tarde de lo previsto, fue el presidente Alberto Fernández, quien no dudó en intentar dar muestras de su fidelidad hacia el movimiento kirchnerista. «Tuve un maestro extraordinario que se llamó Néstor Kirchner», pronunció, contundente, en una calurosa tarde porteña de más de 30 grados en primavera. Y, en un tono casi místico, llegó a decir que «Néstor vive en cada uno de nosotros”. Otra de las frases con las que el mandatario buscó conmover a la audiencia con una analogía religiosa fue: «Para todos nosotros Néstor es una luz que nos guía».
El lema de la convocatoria oficial al evento ha sido «Primero se crece, luego se paga», una frase pronunciada por el expresidente Kirchner en alusión a la deuda externa de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el año 2005. Los movimientos sociales que impulsaron el acto fueron la organización kirchnerista La Cámpora, Nuevo Encuentro, Kolina y Movimiento Evita.
«Este miércoles 27 de octubre, en el 11° aniversario del fallecimiento de Néstor Kirchner, te invitamos a recordar su legado en el Club Deportivo Morón. Todos con Néstor hoy y siempre», rezaba una de las invitaciones a participar de la jornada.
En el contexto político actual, el acto que tuvo lugar este miércoles en la ciudad de Buenos Aires tiene -al menos- una doble lectura. Además de rendir homenaje al fallecido líder del partido que actualmente gobierna la Argentina, el evento masivo que se llevó a cabo esta semana en el escenario porteño se propuso también mostrar una imagen de fuerza y unidad en un momento en el que el movimiento se encuentra particularmente escindido, tal vez más que nunca.
A poco más de dos semanas de las próximas elecciones parlamentarias, que se desarrollarán el domingo 14 de noviembre en la tierra del mate y el tango, el oficialismo tiene especial interés en mostrarse unido. Cabe recordar que en las votaciones primarias, y tras la derrota del Frente de Todos (el partido del actual presidente Fernández) en las urnas, se dio una renuncia masiva de media docena de ministros, los más afines a la línea política de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este gesto no hizo sino confirmar las versiones de división interna que ya venían circulando en los telepasillos andinos.
En pleno clima preelectoral, convencer a los ciudadanos de que no hay fisuras dentro del oficialismo resulta vital. Un efecto finalmente no del todo logrado, dado que el acto del miércoles tuvo como protagonista al presidente Fernández mientras que, en cambio, la vicepresidenta Cristina Kirchner brilló por su ausencia.