Su nombre oficial es Mercado de Roze Aria, pero en Kabul todos le conocen como ‘Bush Market’, aunque hasta la llegada de los estadounidenses era el ‘Brezhnev Market’. Estos cambios de nombre dependen del dirigente de la potencia de turno que ordena ocupar Afganistán porque en este mercado lo que se pueden encontrar son productos que se «desvían» de las bases militares extranjeras y se venden a precios afganos. «A este paso pronto tendremos que rebautizarlo en nombre de China, Irán o Pakistán… los aliados del ’emirato’», bromea Daud, que lleva trece años con una tienda que está llena de bandejas de aluminio de las que usan en los comedores militares, barbacoas y microondas industriales y todo tipo de enseres de cocina con la inscripción ‘Made in USA’. Aquí se encuentran productos salidos de las bases de la OTAN, sobre todo de la enorme base que tenía Estados Unidos en Bagram.
Uno de los puestos de productos del ‘mercado Bush’
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Mikel Ayestaran
Frente a la tienda de Daud, una droguería exhibe champú y gel de ducha Axe, «una marca de primera calidad, como todos los productos estadounidenses. Cuando se nos acaben las reservas no sé dónde podremos sacar algo parecido», lamenta Noori. En las tiendas de alimentación hay estanterías llenas de todo tipo de cereales, latas de conserva, salsas y bebidas energéticas imposibles de encontrar en otro lugar de la ciudad. Salam trata de ordenar cientos de bolsas de raciones de campaña que vende por apenas 50 afganis (0’49 euros). Cada bolsa tiene escrito lo que contiene y la que más se repite es la que tiene cerdo… «Es pecado, pero nadie se da cuenta y son solo 50 afganis», bromea el vendedor.
Ropa militar
Los comercios más solicitados son los que venden ropa militar y complementos. Las botas de invierno y verano del Ejército americano, camisetas con la palabra Army, navajas, linternas, cartucheras de todo tipo… «pero esto es todo hecho en China, los americanos lo compraban en China y lo traían aquí y algunos de los paquetes se desviaban», apunta Ahmed. La retirada de los estadounidenses y la llegada de los talibanes al poder siembra de dudas a los responsables de estas tiendas, pero «no creo que ahora mismo vayan a preocuparse de nosotros, tienen temas muchos más importantes. Quizás la ropa militar les interese para uniformar a los suyos, pero hay que esperar y ver».
Camisetas con la palabra Army en el ‘mercado Bush’
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Mikel Ayestaran
Seguro que el 43 presidente de Estados Unidos nunca habría imaginado contar con un mercado en su honor en el corazón de la nueva capital del ’emirato’. De momento nadie le discute el nombre, pero no pasa por sus mejores momentos ya que la crisis económica que sufre el país desde la llegada del ’emirato’ ha hecho que las ventas caigan en picado. Los funcionarios del antiguo gobierno llevan dos meses sin cobrar y los bancos no pueden dar más de 200 dólares (169 euros al cambio) por semana a cada persona. El mercado está vacío, apenas se ven compradores en las tiendas y algunos vendedores no quieren hablar con la prensa por temor a posibles represalias de los nuevos mandatarios. «Algunos combatientes talibanes han venido a comprar accesorios como gafas, gorras y guantes», pero no han sido muchos hasta el momento, señala Abdul, especializado en miras telescópicas y prismáticos.
Un puesto con camisetas en el mercado conocido como ‘Bush Market’
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Mikel Ayestaran
Los estadounidenses se han ido, pero sus productos permanecen en las tiendas de este mercado donde ya les empiezan a echar de menos.