La habitualmente tranquila vida de Luxemburgo, un país de poco más de 600.000 habitantes que en su mayoría residen en un entorno rural, se vio ayer alterada por una información publicada por el periódico digital ‘Reporter.lu’ en la que se acusa de plagio al primer ministro, el liberal Xavier Bettel. Tras un minucioso análisis de su tesis doctoral, un trabajo defendido en 1999 sobre posibles reformas del sistema electoral para el Parlamento Europeo, este medio de comunicación ha llegado a la conclusión de que en 54 de sus 56 páginas hay textos de otros autores que no aparecen citados correctamente, lo que lleva al titular de «plagio en un 96%». Bettel, sorprendido por la información, respondió ayer a las acusaciones sin rechazarlas tajantemente: «Desde la perspectiva de hoy, veo que debería haberse hecho de otra manera, quizás debería haberlo hecho de otra manera», admitió en declaraciones a la Agencia de Prensa Alemana. En su defensa, recordó que escribió la tesis hace más de veinte años como parte de un curso de posgrado en la Universidad de Nancy, en Francia. «Por lo que puedo recordar, hice esto según mi leal saber y entender», señaló sobre su propio trabajo.
El durísimo artículo informa que la tesis doctoral contenía unas 20 páginas simplemente copiadas de la página web del Parlamento Europeo. Bettel hizo su “Diplôme d’études approfondies” (DEA) en 1999 en la Université de Nancy, donde estudió Derecho y ciencias Políticas, y el supervisor de su tesis o «Directeur de mémoire», fue Etienne Criqui, que aparece citado en la información y declara no tenían los medios técnicos para verificar el plagio en aquellos días, pero que no podía excluir el plagio. Confirmó que, advertido por la revista, se ha encargado de abrir una investigación sobre el asunto. En ese momento, Bettel era el presidente nacional del Partido Democrático (DP) y en las elecciones de ese mismo año fue elegido como miembro de la Cámara de Diputados y como concejal del Ayuntamiento de Luxemburgo.
El Ministerio de Estado envió ayer un correo electrónico a Reporter explicando que el primer ministro no podía responder a las acusaciones que se remontan a veinte años atrás sin conocer el procedimiento de la investigación de la revista. «Lo que importa es cuánto valora la ciudadanía la honestidad y el rigor científico de los políticos», justifica Reporter su información, citando al propio primer ministro en una entrevista que concedió a la revista alemana Die Zeit: «No puedo soportar la deshonestidad. Si siento que alguien está tratando de lograr algo a través de un engaño, no puedo perdonar».
Ante las numerosas peticiones de una respuesta a esta información, Bettel reaccionaba con una declaración escrita en la que afirmaba que «mi recuerdo es que escribí este artículo con lo mejor de mi conocimiento y creencia… Hoy reconozco que tal vez debería haberlo hecho de manera diferente». Aseguró además que tiene plena confianza en la Universidad de Nancy para juzgar si el trabajo en cuestión responde a los criterios de la época en la realización de trabajos de tesis doctoral. «Si ese no fuera el caso, por supuesto que aceptaré la decisión que tome la Universidad», asintió.