Las familias de las 298 personas del vuelo MH17 derribado en 2014 cuando sobrevolaba Ucrania reclamaron justicia a Rusia, durante el proceso, este lunes, de cuatro sospechosos juzgados en ausencia en Países Bajos. El Boeing 777 de la compañía Malaysian Airlines, que partió de Ámsterdam rumbo a Kuala Lumpur el 17 de julio de 2014, fue derribado en la zona de conflicto armado con los separatistas prorrusos en el este de Ucrania. Las 298 personas que viajaban a bordo murieron, incluidos 196 holandeses.
Las familias de las víctimas contaron a los jueces que eran incapaces de superar sus muertes mientras no se juzgue a los responsables.
El equipo internacional de investigadores, dirigido por Países Bajos, concluyó en 2018 que el avión fue derribado por un misil BUK de la 53ª brigada antiaérea rusa con sede en Kursk (suroeste).
Países Bajos y Australia acusan a Rusia de la muerte de sus ciudadanos. Moscú niega tener algo que ver con ello y culpa a Kiev.
Ria van der Steen, quien perdió a su padre Jan y a otro familiar, citó al escritor ruso Alexander Solzhenitsyn (1918-2008): «Mienten, sabemos que nos mienten, ellos saben que sabemos que nos mienten». «Siento mucha venganza, odio, ira y miedo», añadió la mujer. «Sé que están muertos y que no los volveré a ver, pero no soy capaz de poner fin a este proceso de despedida, seguramente hasta que los responsables de sus muertes sean declarados culpables por lo que hicieron», apuntó.
Los rusos Serguéi Dubinski, Igor Guirkin y Oleg Pulatov y el ucraniano Leonid Kharchenko -todos ellos altos mandos de los separatistas prorrusos del este de Ucrania- están siendo juzgados por asesinato. Solo Pulatov tiene representante legal.
La australiana Vanessa Rizk, cuyos padres iban en el avión, sostiene que los responsables «merecen ser castigados por sus actos de odio». «¿Cómo se sentirían los autores si fueran sus familiares? ¿Cómo responderían a ello [el presidente ruso Vladimir] Putin y su corrupto gobierno ruso?», espetó por videollamada desde Australia. Su hermano James añadió que sus padres fueron víctimas de un conflicto con el que no tenían nada que ver.
Alrededor de 90 familiares de las víctimas holandesas, australianas y malasias declararán en el juicio durante los próximos días. El juez Hendrik Steenhuis fijó el 22 de septiembre de 2022, como muy pronto, como posible fecha para la sentencia.