Francia ha decidido aumentar la presión en las peligrosas tensiones que se han suscitado después de la salida del Reino Unido de la UE y ahora amenaza con reducir sus exportaciones de electricidad a las islas del canal y al propio territorio británico, si Londres no acepta otorgar licencias a los pescadores franceses que faenan en sus aguas. El ministro de Asuntos Europeos francés, Clement Beaune, ha declarado esta mañana que en las actuales circunstancias de alta demanda en la UE, Francia podría reducir su suministro de electricidad al Reino Unido que es dependiente neto de esta energía.
«Creen que pueden vivir solos y además hablar mal de Europa. Y como no funciona, se dedican a proclamarse superiores de una manera agresiva», dijo Beaune en una emisora de radio. «El Brexit se ha demostrado como un gran fracaso fruto del populismo», ha dicho el representante francés.
La pesca en las aguas del Canal fue uno de los asuntos más espinosos de la negociación del Brexit porque los franceses han pescado históricamente en la zona territorial de las islas del Canal que pertenecen al Reino Unido. Para Lóndres es un símbolo de ejercicio de soberanía y para Francia un asunto electoral de primer orden. Bruselas ha advertido que si no permiten pescar a los franceses, los pescadores británicos no podrán vender sus capturas en el mercado europeo.
La semana pasada cuando el Reino Unido otorgó solo una parte de las licencias que las autoridades francesas esperaban, alegando que esos pescadores no habían demostrado arraigo en esas aguas. La disputa está retrasando también las negociaciones sobre la autorización de acceso a las boyantes empresas financieras británicas al mercado de la UE y ha llevado al despliegue de buques de guerra en Jersey cuando los pescadores franceses bloquearon brevemente el puerto principal de la isla.
El Reino Unido depende de dos enormes cables de alimentación que transportan electricidad desde las centrales nucleares de Francia a través del Canal de la Mancha. Cualquier interrupción de ese suministro presionaría aún más el vulnerable mercado energético británico. Mañana miércoles se reúnen en Luxemburgo los ministros europeos de energía y medio ambiente.