«Bunkerización» de las fronteras nacionales y socorro humanitario: la noche del martes y la madrugada del miércoles, la policía de fronteras rescató a 272 emigrantes que intentaban llegar al Reino Unido, a través del Canal de la Mancha, en embarcaciones de fortuna, pateras, en unas condiciones físicas precarias y dramáticas.
A última hora de la tarde del martes, el ‘Centre régional opérationnel de surveillance et de sauvetage’ (CROSS) detectó a numerosas pateras y embarcaciones muy frágiles que se encontraban en dificultad.
La Prefectura del Canal de la Mancha y el Mar del Norte había detectado una decena de operaciones de socorro distintas: varias de ellas, realizadas por navíos de carga y transporte de empresas privadas.
La Gendarmería marítima, por su parte, rescató a 272 emigrantes, repartidos en distintas pateras, que corrían el riesgo de desaparecer antes de llegar a las costas inglesas. Los rescatados fueron trasladados a los puertos de Calais, Dunkerque y Boulogne-sur-Mer, donde serán controlados por la policía de fronteras.
Tras los controles policiales de rigor, los rescatados serán internados en campos / residencias de refugiados, en lugares que el ministerio del Interior prefiere no dar a conocer.
Se trata de las penúltimas operaciones de una crisis que tiene dimensiones bilaterales franco – británicas y europeas.
El tráfico ilegal de inmigrantes, entre Francia y el Reino Unidos es un contencioso inflamable entre París y Londres, con evidentes flecos europeos.
Tráfico que ha crecido de manera llamativa y dramática, durante los últimos tres años.
Según el ministerio francés del Interior, entre el 1 de enero y el 31 de agosto pasados, la policía marítima francesa rescató a 15.400 hombres y mujeres que intentaban la peligrosa travesía del Canal de la Mancha, en pateras: 3.500 de entre ellos fueron rescatados cuando corrían peligro de muerte. El 2020, los intentos de la misma travesía ascendían a 9.500 personas. El 2019 y el 2018 ascendían a 2.300 y 600. Ese crecimiento espectacular provoca tensiones de todo tipo, y confirma al gobierno francés en su proyecto de «bunkerización» policial de las fronteras nacionales.