Las fuerzas polacas dispararon este martes gases lacrimógenos contra inmigrantes que arrojaban piedras en la frontera con Bielorrusia
, cuyo presidente, Alexander Lukashenko, aseguró querer evitar cualquier «confrontación».
Los guardias de frontera polacos cifran entre 3.000 y 4.000 el número de migrantes, muchos de ellos kurdos iraquíes, acampados a lo largo de su frontera, soportando temperaturas glaciales y bloqueados entre la presión de las fuerzas bielorrusas y la contención de los soldados polacos, informa Afp.
La Policía ha confirmado en Twitter que un agente ha sido evacuado de la zona con heridas graves, después de que sufrir un impacto en la cabeza. Además, el Ministerio de Defensa ha indicado que un soldado ha sido golpeado con una piedra en la cara, mientras que la Guardia Fronteriza ha informado de otro herido en sus filas, según recoge Ep.
Los occidentales acusan a Bielorrusia de haber orquestado la afluencia de migrantes hacia sus fronteras con Polonia y Lituania para vengarse de las
sanciones impuestas, lo que Minsk y su aliada Moscú niegan.
Desde la semana pasada tiene lugar un enfrentamiento cerca del paso fronterizo de Bruzgi-Kuznica en la parte oriental de la UE, donde centenares de migrantes se ahan aglomerado.
«Los migrantes atacaron a nuestros soldados y oficiales con piedras y están tratando de destruir la valla e ingresar en Polonia», afirmó este martes el Ministerio de Defensa polaco.
Añadiendo: «Nuestras fuerzas utilizaron gases lacrimógenos para sofocar la agresión de los migrantes».
Las fuerzas polacas utilizan cañones de agua ante los intentos de los inmigrantes de cruzar la frontera desde Bielorrusia
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Afp
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aseguró este martes que «quiere evitar que la crisis migratoria se convierta en una confrontación». «Lo esencial ahora es defender nuestro país, nuestro pueblo y evitar enfrentamientos», dijo de acuerdo a la agencia estatal Belta.
Estas declaraciones tienen lugar al día siguiente de una entrevista telefónica de éste con la canciller alemana, Angela Merkel.
Se trata de la primera líder occidental con la que habla desde la controvertida reelección, en agosto de 2020, del presidente que se mantiene el poder desde 1994.
De acuerdo con la oficina de Merkel, trataron sobre ayuda humanitaria a los inmigrantes, entre los cuales hay muchos niños pequeños. «Compartimos la opinión de que nadie quiere una escalada, ni la UE ni Bielorrusia», dijo Lukashenko.
Aunque también indicó que tiene un punto de vista «diferente» con Merkel respecto a cómo los inmigrantes llegaron a Bielorrusia, en tanto Occidente afirma que Minsk los condujo allí en venganza por las sanciones en su contra.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la UE acordaron el lunes ampliar las sanciones contra el régimen de Lukashenko, incluyendo también en su lista a personas o empresas que hayan fomentado los pasajes en su frontera oriental. Estados Unidos también se comprometió a ampliar sus sanciones contra Bielorrusia.
Primer vuelo de repatriación a Irak
Irak anunció a través de su Embajada en Moscú, un primer vuelo de repatriación de 200 inmigrantes iraquíes en la semana, pero sólo de aquellos que deseen viajar «voluntariamente». Muchos afirman estar decididos a quedarse, pese al acceso limitado a alimentos y productos básicos.
Por su parte, la UE ha solicitado que se detengan los vuelos hacia Bielorrusia. El lunes, la aerolínea bielorrusa Belavia indicó que sirios, iraquíes, afganos y yemeníes tienen prohibido volar desde Dubái a Bielorrusia. Turquía impuso estas mismas restricciones la semana pasada.
Al menos 11 migrantes han muerto desde el comienzo del gran flujo hacia la región fronteriza durante el verano boreal, de acuerdo a ONG de ayuda humanitaria.
Uno de ellos, Ahmad al-Hassan, sirio de 19 años quien se ahogó en la zona fronteriza, fue enterrado el lunes en el cementerio de la minúscula comunidad musulmana polaca.