Este domingo han dado comienzo en Hong Kong las primeras elecciones desde la aprobación de la reforma electoral para fomentar ‘el gobierno de los patriotas’, una iniciativa impulsada por China que obliga a los candidatos a obtener el respaldo de un comité de representantes de Pekín, lo que dificultará enormemente la entrada en la carrera electoral de políticos opositores.
En la votación se decidirá la composición de la Comisión Electoral, un poderoso órgano que controlará prácticamente la mitad de los diputados en el Consejo Legislativo, y la elección de un nuevo jefe de Gobierno el año que viene.
Esta Comisión contará con 300 nuevos miembros procedentes de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un órgano político que asesora al Partido Comunista, así como otros académicos y empresarios afines a las instituciones del Gobierno chino.
En el proceso participarán aproximadamente 4.800 votantes, en contraste a los más de 200.000 que pudieron votar en las elecciones de la Comisión Electoral de 2016, según recoge el medio ‘The Guardian’.
Críticas internacionales
La reforma electoral suscitó desde su aprobación las críticas internacionales de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea, que consideran que permite a Pekín vetar candidatos y reducir la representación democrática.
Voces críticas alertaron además de que esta reforma, que fue aprobada por el Parlamento hongkonés con una amplia mayoría, permitirá a las autoridades chinas acallar a la oposición e incrementar el poder del Gobierno central sobre Hong Kong.
China ha comenzado a ejercer en los últimos años un mayor control sobre la vida pública en Hong Kong, un territorio semiautónomo que fue devuelto al país por Reino Unido bajo el acuerdo de que se mantendrían algunas libertades especiales.
Las protestas multitudinarias para exigir democracia en el territorio en 2019 fueron seguidas de la aprobación de una polémica ley de seguridad, que ha permitido encarcelar a figuras destacadas de la oposición y descalificar a candidatos opositores.