El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha afirmado que «no hay motivos» para creer que Estados Unidos no sea hostil con Pyongyang, pese a que recientemente desde Washington se han «enviado señales» de que la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, no es contraria hacia otro país.
«Estados Unidos todavía está creando tensión en la región a través de sus juicios y acciones equivocadas», ha criticado Kim durante una intervención en un conmemorativo de una exposición de autodefensa, según informa la agencia de noticias norcoreana KCNA y recoge la agencia surcoreana Yonhap.
Así, el líder norcoreano ha insistido en su idea de fortalecer la capacidad defensiva de su nación, aunque ha aclarado que «el principal enemigo es la guerra en sí, no Corea del Sur ni ningún otro país o potencia como Estados Unidos».
Kim ha remarcado que, de cara al futuro, Corea del Norte debe «ser fuerte», pero ha aclarado que no está «fortaleciendo» sus capacidades defensivas contra la nación vecina del sur.
Previamente, este lunes, Kim admitió que el país atraviesa una mala situación económica e instó a los altos cargos a centrarse en mejorar la «calidad de vida» de sus conciudadanos.
En el marco de la celebración del 76º aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, Kim calificó la situación actual de «sombría» y aseveró que el país se enfrenta a grandes desafíos a la hora de desarrollar la economía estatal y lograr los objetivos fijados.
La economía de Corea del Norte, que se ha visto fuertemente golpeada por las sanciones internacionales impuestas a causa de su programa nuclear, ha ido empeorando progresivamente desde que se detectó la pandemia de coronavirus.
El fin de semana, la delegación diplomática de Rumanía en Corea del Norte, la última misión de la UE que quedaba en el país, abandonó suelo norcoreano. Tal y como explicó Kim, el partido se ha propuesto seguir adelante de forma «eficiente» con el plan económico nacional, que contempla una implementación por fases con una duración de cinco años.