Con el 51,45% de los votos escrutados,
Xiomara Castro ha sido virtualmente electa en las votaciones de Honduras
del pasado domingo. La ventaja del 20% que le llevaba anoche a su contrincante, Nasry Asfura, del Partido Nacional, no parece tener vuelta atrás. La prensa hondureña y los simpatizantes de Castro la dan como vencedora de unos comicios que ponen fin a los 12 años de Juan Orlando Hernández y su Partido Nacional. Ahora queda ver cómo quedará el Congreso y quién dominará uno de los poderes que también podría definir el futuro de Hernandéz y las acusaciones de corrupción contra él.
Castro es la primera mujer que ostentará la presidencia de Honduras. Los hondureños, sobre todo las generaciones más jóvenes, se han inclinado por ella en medio de una campaña que tachó a la aspirante de comunista, de alguien que convertiría a la nación centroamericana en otra Venezuela. Y es que Castro representa un giro a la izquierda que pretende continuar el legado de su esposo, Manuel Zelaya, quien fue destituido tras un golpe de Estado que sumió al país en una crisis política que arrastra hasta hoy.
La candidata de Libertad y Refundación (Libre) ganó en medio de imágenes propagandísticas que la mostraban apuñalando a un vientre materno, debido a sus posturas izquierdistas. Tras la publicación de los primeros resultados, las calles de Tegucigalpa estallaron en fiestas que nunca antes se habían visto, en una muestra de rechazo hacia Hernández y su polémica gestión. Los hondureños han aparcado los estragos de la polarización y esperan con todas sus ansias no ser decepcionados por una presidenta que ha puesto el listón de sus promesas muy alto: ha dicho que eliminará el narcotráfico, los escuadrones de la muerte y la corrupción; es decir, los grandes males de Honduras que durante décadas han sido casi imposibles de erradicar.
Seguidores de Xiomara Castro celebran su victoria electoral
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Afp
A pesar de los temores, las calles de las principales ciudades son una celebración liderada por los simpatizantes de Castro y muchos rostros jóvenes que han dado un revés a la política tradicional. «¡Se van!», gritan desde la noche del domingo.
Mientras tanto, todos se preguntan qué harán los militares cuando vean los resultados. El golpe de Estado que sacudió al país en 2009 todavía se percibe reciente y ha marcado la realidad apabullante de uno de los países más pobres de América.
Los hondureños creen que con Castro podrán superar esta etapa de una vez por todas. Pero algunos analistas opinan que el país está a las puertas de dos caminos: sacudirse de sus pesadillas y dar un verdadero revés, o sumirse en una crisis peor que la de 2009. Muchos temen que el Ejército dé otro golpe, o que nada cambie. Pero de momento, Honduras vive una fiesta que muy pocas veces en su historia se ha visto en medio de un proceso electoral.
Una tendencia irreversible
A este punto, Castro ya es considerada como la próxima presidenta de Honduras. La Red por la Equidad Democrática en Honduras (REDH), uno de los organismos observadores a nivel interno, felicitó a los hondureños por mantener una actitud pacífica durante los comicios. El organismo ha dicho que la victoria de Castro representa una «tendencia irreversible». «Estos resultados son consistentes con la observación sistemática realizada por la REDH», aseguraron en un comunicado emitido la mañana de ayer.
Castró llegó encabezando una alianza de hecho para la fórmula presidencial, con la Unión Nacional Opositora de Honduras (UNOH), encabezada por Salvador Nasralla, de la que también formó parte el Partido Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU-SD).
«Los partidos políticos deben continuar con la madurez demostrada hasta ahora. Por ello es necesario mantener la vigilancia en el escrutinio de los niveles electivos municipal y del Congreso Nacional que deben ser desarrollados en los mismos niveles de transparencia y calidad de los datos publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el nivel presidencial», exhortó el organismo.
Por su parte, la Unión Europea ha señalado una «alta participación» en las elecciones. «Tomamos nota de que la mayoría de juntas observadas por nuestra misión abrieron con un pequeño retraso, así como pequeños problemas con la entrega de material», indicó Zeljana Zovko, jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (Moeuh). El Consejo Nacional Electoral (CNE) resaltó la alta participación de votantes en las urnas, con el 68,09% de un padrón electoral de 5,1 millones de personas.
Quedarían como segunda fuerza el Partido Nacional, con un 33,87%; y el Partido Liberal, con 9,21%. Con un Gobierno de izquierda, Honduras contiene el aliento y se mantiene a la espera de cómo podrán reaccionar los militares, uno de los sectores más poderosos del país.
Viraje en la política hondureña
Felicitaciones de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Las primeras felicitaciones a Castro llegaron de líderes izquierdistas, como Nicolás Maduro, de Venezuela;Miguel Díaz-Canel, de Cuba, y Daniel Ortega, de Nicaragua, cuyos regímenes se caracterizan por una política represiva.
Sin esperar a los resultados oficiales. El silencio electoral se rompió antes de que el Consejo Nacional Electoral diera los primeros resultados. Miembros del Partido Libre y el Partido Nacional, proclamaron a sus candidatos como ganadores.
Ataque cibernético a la web del Poder Electoral. Durante la jornada, uno de los servidores del Poder Electoral fue atacado de manera virtual. La caída de la web para la consulta de censo está «en proceso de investigación», según indicó el organismo en un comunicado.
El oscuro legado de Juan Orlando Hernández. Hernández deja un legado considerado oscuro. En los últimos meses ha sostenido reuniones con Daniel Ortega en Nicaragua y algunos analistas creen que dicho país puede ser una opción para evadir la Justicia.