La vida del caricaturista sueco Lars Vilks dio un vuelco en 2007. De tener una vida relativamente tranquila a vivir bajo constantes amenazas de muerte del yihadismo global por dibujar al profeta Mahoma con cuerpo de perro en 2007. Después de varios intentos de atentado que obligaron a que viviera bajo protección, Vilks ha muerto este domingo, a los 75 años, en un accidente de tráfico en Suecia junto a los dos policías que los protegían.
Desde 2007 hasta su muerto, Vilks recibió multitud de amenazas de muerte, agresiones e incluso le quemaron la casa y ha sido uno de los principales objetivos de los principales grupos yihadistas, tanto Al Qaida como Estado Islámico pusieron precio a su cabeza con varios intentos de atentados fallidos que llevaron a su país a garantizarle protección policial en 2010. Tras la publicación en 2007 de sus dibujos, Al Qaida llegó a ofrecer una recompensa de 100.000 dólares a quien lograra «sacrificar» a Vilks, «que se atrevió a insultar la imagen de nuestro Profeta, que descansa en paz», y 50.000 dólares más a quien «degüelle como a un cordero» a Ulf Johansson, responsable de la revista Nerikes Allehanda, por «haber publicado el dibujo blasfemo».
Las amenazas de muerte no han parado en los últimos 13 años. El dibujante se vio obligado a vivir bajo custodia y escondido de todo y de todos. Con cierta asiduidad, las veces que ha hablado en público ha sufrido algún incidente. Por ejemplo, en 2010 fue agredido mientras daba una conferencia sobre la libertad de expresión. Vilks recibió un cabezazo de un hombre sentado en primera fila en la sala de la Universidad de Uppsala (a unos 70 kilómetros de Estocolmo) donde estaba realizando un discurso.
Incendiaron su casa
Unos días después de este ataque, unos desconocidos prendieron fuego a su domicilio, un chalet en Nynäshamnläge, provincia de Skåne en el sur de Suecia, donde Vilks se escondía desde hacía algún tiempo.
Ese mismo año también se detuvo a siete personas, tres mujeres y cuatro hombres en Irlanda, procedentes de Marruecos y de Oriente Medio, por planear atentar contra la vida del caricaturista. Lo mismo ocurrió en 2011, con un somalí y dos suecos, detenidos en Gotemburgo. Los tres individuos fueron detenidos por planear un atentado terrorista durante la Bienal de Arte de esta ciudad sueca para acabar con la vida de este hombre.
En 2014, una mujer estadounidense que se dio a conocer como Jihad Jane fue condenada a muerte por planear el asesinato de Vilks a través de internet. Un año más tarde, una persona fue asesinada en Copenhague, Dinamarca, en una reunión destinada a conmemorar el 25 aniversario de una fatwa iraní contra el escritor británico Salman Rushdie, a la que asistió Vilks.
«Es una tragedia. Ahora es importante que hagamos todo lo posible para investigar qué sucedió y qué causó el impacto», dijo la policía sueca en un comunicado el lunes, que descarta por el momento que otra persona esté involucrada en el accidente de tráfico.
La mayoría de los musulmanes consideran ofensiva cualquier representación del fundador del Islam.