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Casi 1 de cada 5 personas en Estados Unidos hoy en día son latinos, y “el voto latino” ha atraído una cobertura de noticias cada vez mayor a medida que crece su peso político. Sin embargo, considerar a los 62 millones de latinos como un solo grupo no es necesariamente útil para comprender las actitudes o los patrones de votación, tal como han señalado algunos académicos y periodistas.
La población latina de Estados Unidos es extremadamente diversa. Como académicos que estudian la inmigración desde las disciplinas de la sociología y la ética religiosa, estamos especialmente interesados en la creciente diversidad religiosa y la diversidad geográfica, que a menudo se pasa por alto, entre las distintas poblaciones latinas.
Estos aspectos de la identidad latina apenas comienzan a reconocerse más claramente en los medios de comunicación. Sin embargo, ofrecen tanta información como el género, la raza y otras características para entender a los votantes latinos, y probablemente jugarán un papel cuando los estadounidenses acudan a las urnas de votación en noviembre.
Diversidad religiosa
Históricamente, los latinos en Estados Unidos han sido católicos en su mayoría, pero las cifras están cambiando. En 2020, el Public Religion Research Institute reveló que el 50% de los latinos dicen ser católicos, el 14% son protestantes evangélicos, el 10% protestantes no evangélicos y el 19% no tienen afiliación religiosa. Algunos investigadores calculan que para el año 2030, la mitad de los latinos de Estados Unidos se identificarán como protestantes.
Esta diversidad tiene implicaciones para la ideología y la afiliación política. Los latinos protestantes, en particular los evangélicos, generalmente tienen más probabilidades de identificarse como políticamente conservadores y apoyar a candidatos republicanos que los latinos católicos, según el Censo de religión estadounidense de 2020 del Public Religion Research Institute. Los latinos sin afiliación religiosa, por otro lado, generalmente tienden a identificarse como políticamente liberales y apoyan candidatos demócratas.
Estas tendencias son similares a las de estadounidenses blancos no latinos. La ideología política por edad también es similar: ya sean latinos o no, es más probable que los grupos más jóvenes se identifiquen como políticamente liberales, mientras que los grupos de mayor edad tienen más probabilidades de identificarse como políticamente conservadores.
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De hecho, las preferencias de voto de los grupos latinos pueden entenderse mejor al observar la afiliación religiosa, no el origen étnico. El sociólogo Gerardo Martí, por ejemplo, ha demostrado que los latinos que se identifican como protestantes evangélicos son más propensos que otros latinos a asumir ideas nacionalistas cristianas. Esta ideología promueve la idea de que Estados Unidos tiene una relación especial con Dios y que debe regirse por principios cristianos. Martí también muestra que es más probable que los latinos evangélicos se alineen con los evangélicos blancos para favorecer políticas que mantengan el dominio político de los estadounidenses blancos.
Los latinos protestantes también son más propensos que otros latinos a tener opiniones anti-inmigrantes, que coinciden con las actitudes de los evangélicos blancos no latinos. Esto puede parecer contradictorio, ya que los latinos han sido objeto de estereotipos racistas y, a menudo, tienen vínculos con comunidades de inmigrantes. Sin embargo, las actitudes de los grupos de inmigrantes hacia los recién llegados cambian con el tiempo, especialmente si esos grupos comienzan a obtener acceso a los privilegios asociados con la población blanca.
Diversidad geográfica
Los medios de comunicación han comenzado a prestar más atención a la diversidad de los latinos, especialmente tras las elecciones presidenciales de 2020, pero tienden a centrarse en estados como Florida, California y Texas. Las regiones donde las comunidades latinas son más pequeñas pero están creciendo se han estudiado poco, particularmente en el Medio Oeste, donde se encuentran cinco de los 13 estados más disputados en 2020.
Si comparamos por regiones del Censo, la población latina del Medio Oeste creció un 28% entre 2010 y 2020: la segunda tasa más alta de todas las regiones, solo 2 puntos porcentuales menos que en el Sur. El Medio Oeste también tiene la población latina más joven, con una edad promedio de 26.7 años. Debido a que existe una relación significativa entre la edad y la opinión política, y debido a que es más probable que los latinos más jóvenes sean ciudadanos estadounidenses y, por lo tanto, puedan votar, esto podría convertirse en un factor en el futuro.
Tomados en conjunto
La intersección de la afiliación religiosa y política entre los latinos en Estados Unidos también parece variar según la geografía. Considerar en conjunto la geografía y la religión ayuda a destacar la diversidad entre los votantes latinos.
Con base en nuestro análisis de datos de las encuestas del Panel de Tendencias Estadounidenses Wave 86 del Centro de Investigaciones Pew, es más probable que los protestantes latinos en el Medio Oeste se identifiquen como demócratas o de tendencia demócrata que en otras regiones: alrededor del 74%, en comparación con aproximadamente 63% en el Noreste y 52% en el Oeste y Sur. Mientras tanto, el 86% de los latinos católicos en el Noreste se identifican con el Partido Demócrata, pero solo 66% en el Sur.
Mientras tanto, entre los latinos sin afiliación religiosa, el 65% en el Medio Oeste se identifica con los demócratas, menos que en cualquier otra región. Estas diferencias son fascinantes, pero dado que Pew solo encuestó a 207 latinos en esta región, lo que representa solo el 6.1% del total de la muestra, es difícil llegar a conclusiones bien fundamentadas estadísticamente. Esta es otra razón para continuar con las investigaciones en el Medio Oeste.
El problema al tratar de entender “el voto latino” es que realmente no existe tal cosa. Las comunidades latinas siempre han sido diversas y cada vez lo son más.
Laura E. Alexander recibe financiación como Becaria Pública 2021-23 del Public Religion Research Institute.
Cristian Doña-Reveco no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.