Hay algo que dura más que la radiactividad: el miedo. Una década después de cubrir el tsunami que desató el desastre nuclear de Fukushima, regresamos a la costa nororiental de Japón que fue barrida primero por las olas gigantes y luego por las fugas radiactivas. Diez años después, se han reconstruido los pueblos que fueron devastados por el tsunami. Pero todavía quedan numerosas zonas cerradas alrededor de la siniestrada planta atómica de Fukushima 1 y, en las que han sido ya reabiertas, muchos de sus vecinos no han vuelto por temor a la radiación. Tras sufrir el 11 de marzo de 2011 el peor accidente nuclear desde Chernóbil, la prefectura de Fukushima no solo lucha contra la radiactividad que se… Ver Más